jueves, 29 de diciembre de 2011

Las muñecas

¿Qué niña no ha jugado alguna vez con muñecas? ¿Qué niña no ha acunado, vestido, abrazado o dormido con su muñeca favorita?. Y, cuando crecemos y llegan estas fechas ¿Quien no se acuerda de aquella muñeca especial que nos regalaron por navidades o de aquella muñeca que esperábamos con ansiedad y nunca llegó?.
Yo, lo confieso, sigo jugando con muñecas. No son las muñecas de mi niñez: Elizabeth, Balin y Balina, Pecas... a las que, de verdad, echo de menos, son otras quizá más caras, pero nunca más valiosas.



No sé cuantas muñecas tengo pero cada una es especial y tiene su historia. Sé de donde es cada una, donde la he comprado o quien me la ha regalado. Algunas son herencia familiar y otras son de algún anticuario que  cerraba el negocio y me pude permitir comprarlas.





Muñeca Jumeau de boca abierta (hasta se le ven los dientes) arriba con el velo de novia de mi madre.



Algunas son simples muñecas de trapo africanas, encontradas en alguna pequeña tienda de rarezas.



Otros son muñecos de barro españoles de finales del XIX, encontrados en un mercadillo. Eso si, vestido como si fuera una carisima muñeca francesa o alemana de porcelana.




Las más, son pequeños bebes de porcelana, replica de famosos muñecos solo al alcance de la alta aristocracia y burguesía europea y americana de los últimos dos siglos.














Hay una mención especial para las muñecas y muñecos que me han regalado:


El famoso Kewpie traído de Londres.


El marinero Ismael.


Muñeca de colección, vestida integramente por mi amiga Fernanda con tela, encajes y puntillas antiguas. Me llego por correo desde A Coruña. Gracias.





Estos tres llegaron  de Cantabria. El primero está hecho a mano y  ¡tiene el tamaño del dedo gordo de una mano!. Gracias Man.




Una rara pareja de marineros.



Uno de los últimos regalos de mi madre.



Una vista de casi toda la colección. 







Espero que no os pase como a la mayoría de la gente que ve la vitrina: LES DAN MIEDO LAS MUÑECAS.

5 comentarios:

  1. PATIDIFUSA me he quedado Nekane!!! Madre mía que cantidad de muñequitos!!! A mi la vitrina no me da miedoooo... pero sí me da qué pensar!!! ¿Cómo es posible que recuerdes de dónde viene cada muñeca??? TIENES MIL!!!

    Eres un libro de sorpresas... joooo... y encima ERES ESTUPENDA!!! Toma ya!!!

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. Anonimo mientras sigas haciendo comentarios sin firmar, seguiré borrando tus comenarios!!!!

    ResponderEliminar
  4. Están hermosas tus muñecas. Yo tambien colecciono y de igual manera me resulta incomprensible que a la gente le den miedo!..Abrazos desde La Paz, Baja california Sur, México.

    ResponderEliminar